La denuncia a la central nuclear Atucha III abarca la violación de numerosas leyes ambientales según señala FUNAM. Si bien, ya está todo encaminado para su construcción, su desarrollo se pone en duda.

Por Amira López Giménez

La fundación por la defensa del ambiente (FUNAM) denunció penalmente a José Luis Antúnez, Director de la central Nucleoeléctrica Argentina. La acusación remarca la firma de un contrato para la construcción del reactor nuclear, conocido como Atucha III, en una evidente violación de las leyes argentinas.

La denuncia fue presentada ante el Fiscal Sebastián Bringas de la Justicia Federal de Campana (Buenos Aires, Argentina) por el Doctor en biología, y a su vez Premio Nobel Alternativo en Suecia, Raúl Montenegro. Lo acompañan los abogados Fabian Maggi y Juan Smith, especialistas en derecho ambiental.

Según trasciende en la denuncia, el reactor costará un promedio de 13 mil millones de dólares. Los denunciantes estiman que semejante número no es proporcional a sus beneficios. Aclaran que junto a las centrales Atucha I y II solamente alcanzaría a producir el 8% de la energía eléctrica generada en el país.

Foto: Nucleoeléctrica Argentina.

Sumado a los riesgos, también indican que la empresa ya tuvo accidentes en su país de origen, China. Según declaran, Hualong One es un proyecto energético escasamente probado en su eficacia y seguridad.

Antúnez no es el único acusado. La denuncia acapara a los funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional y de la Provincia de Buenos Aires, por la probable comisión de delitos de acción pública, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionarios públicos, “y/o falsedad ideológica de instrumento público, previstos en los artículos 248, 249 y 293 del Código Penal, o el delito que el Fiscal considere se ajuste a lo denunciado”, sentencia el documento presentado ante la justicia.

Porqué se denuncia

Muchos son los debates en torno a la energía nuclear y su uso. Pero, para FUNAM los riesgos son considerablemente enormes. Fabian Maggi advierte que “el peor accidente posible, nivel 7 en la escala del INES, además de las víctimas por contaminación radiactiva, provocaría un colapso territorial y económico en el centro del país. Incluso podría afectar la mayor parte de Uruguay”.

A su vez, Montenegro indica que los sucesivos gobiernos, incluyendo el actual, deciden la instalación de reactores nucleares de potencia “como si fueran fábricas de galletitas” y que “violan impunemente leyes que todos debemos cumplir sobre Evaluación de Impacto Ambiental y Audiencia Pública”.

“No solamente aumentan (en referencia a Antúnez y compañía) la peligrosidad del complejo Atucha, sino que omiten explicarle a la sociedad que en caso del peor accidente posible, un reactor como el Hualong One chino puede afectar gravemente a las personas, y al ambiente, en un radio de 500 a 700 kilómetros”, sentencia Montenegro.

Como se menciona en el documento, el peor de los escenarios involucra un accidente del nivel 7 y no hay una preparación adecuada para afrontar tal desastre.

La falta de consulta

Montenegro señala con preocupación las acciones de los funcionarios: “Apenas hacen unos simulacros para accidentes menores, 10 kilómetros alrededor de cada planta. Además, no hay suficientes hospitales aptos, ni personal especializado, para tratar los casos de personas contaminadas radiactivamente”.

Otra aspecto destacado en la denuncia es la ausencia de una consulta popular, un punto de debate al uso de esta energía. En general, la experiencia en otros países demuestra que las instalaciones nucleares llevan años de trabajo e interacción con la población. Para Juan Smith la falta de consulta y la desinformación agrava aún más el cuadro.

Foto de Pavlisek IAIE.

En este sentido Fabián Maggi expresa: “el marco normativo que se confronta en la denuncia responde a los mandatos constitucionales contenidos en los artículos 41 y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional y 28 de la Constitución de la provincia de Buenos Aires. También, el incumplimiento de pactos internacionales: artículos 1 y 26 del Pacto de San José de Costa Rica y artículo 7 del Acuerdo de Escazú. Y el incumplimiento de numerosas normas de orden público, nacionales, tales como las leyes 24.354, 25.675, 27.566, y provinciales, como la ley 11.723, entre otras”.

Desde el gobierno

A inicios de febrero 2022, el gobierno nacional celebraba la construcción del Atucha III, después de 41 años de ausencia en el desarrollo nuclear del país. La ubicación seleccionada es la localidad de Lima, partido de Zárate, Buenos Aires. Gran parte drl proyecto ya está encaminado para su desarrollo.

El acuerdo fue firmado entre el presidente de NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.) José Antúnez y Yu Jianfeng, presidente de CNNC (Corporación Nuclear Nacional China). También estaban presentes Federico Basualdo (subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación) y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

Según las fuentes oficiales la potencia eléctrica bruta será de 1200 MWe, una fuente “confiable, segura y limpia” para la matriz energética. La idea es reemplazar el uso de los combustibles fósiles. Durante el contrato estimaron que la vida útil sería de unos 60 años aproximadamente y las obras comenzarían a fines de 2022.

“Con una inversión de 8.300 millones de dólares, la mayor de origen chino en el país, la construcción comenzará a fines de 2022 e involucrará la creación de más de 7.000 empleos directos, además de una integración aproximada del 40% por parte de proveedores nacionales”, aseguraron desde el gobierno nacional.

La energía nuclear en el planeta

La energía nuclear como fuente energética representa solo el 13% en el planeta. A su vez, en algunos países está en claro retroceso, el ejemplo más reciente es Alemania. Este país decidió que a partir de 2022 no funcionarían más las centrales nucleares, a pesar de que un 28% de su electricidad proviene de estas fuentes.

También, el terremoto en Japón de marzo de 2011 y sus consecuentes incidentes en la planta de Fukushima impactaron de manera negativa en la opinión pública. Otro país que se suma al retiro paulatino de esta modalidad energética es Suiza. Prevé que la central nuclear en Mühleberg, tardará unos 15 años en ser desmantelada. Se trata de una de las centrales más antiguas del mundo.

Foto de UNNOBA.

Por un lado, quienes defienden estas fuentes de energía apuntan que es una alternativa viable para la descarbonización, un paliativo para el efecto de gas invernadero (GEI). Señalan que las energías renovables como la eólica, solar, no son competitivas. Pero, también indican que no hay inversión en materia de estudios para el desarrollo de energías alternativas.

Los detractores de la energía nuclear apuntan al peligro que estas representan para la sociedad, sus costos y la falta de soluciones viables en la disposición de los residuos radioactivos. Según un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) entre 1975 y 2005 los gobiernos que la integran invirtieron cinco veces más en investigaciones de la energía nuclear que en las renovables.

En síntesis, el debate en torno al uso de esta energía presenta enfrentamientos en pos de la economía, fuentes de trabajo, desarrollo científico, pero también los peligros ambientales y la ausencia de apelar al desarrollo de otras fuentes.