Parapentismo: la experiencia del vuelo libre
En Tucumán, Argentina, se encuentra una de las pistas de despegue más reconocidas a nivel mundial del parapentismo.
El parapentismo es un deporte que encuentra en Tucumán, Argentina, uno de los lugares óptimos para su práctica.
El cerro San Javier, que custodia a la ciudad de San Miguel, tiene una de las pistas de despegue más reconocidas en el mundo para el vuelo libre.
Este deporte se practica todo el año en Loma Bola, tanto profesionales como aficionados, y se vive una experiencia de vuelo inigualable en un escenario natural de ensueño.
Así, montaña, clima y corrientes térmicas, las condiciones necesarias para la práctica de este apasionante deporte coinciden en las sierras de San Javier, a 25 kilómetros al oeste del centro de San Miguel de Tucumán.
Allí, desde la pista de despegue del cerro Loma Bola se inicia esta increíble aventura de adrenalina, emoción y belleza, observando desde el aire uno de los paisajes más bellos del país.
Historia
Hace más de 20 años el sueño de volar, tan antiguo y tan buscado, llevó a un grupo de aventureros de esta provincia a dar el salto hacia el vacío y hacia la vastedad del cielo tucumano.
Se establecieron en esta pista natural del Cerro Loma Bola asociaciones, escuelas o simples grupos de aficionados al vuelo libre para desarrollar la actividad.
Hoy es el lugar desde donde varias escuelas de vuelo o profesionales de la actividad realizan la práctica de parapentismo durante casi todo el año, cuando las condiciones climáticas lo permiten.
El gran atractivo es que cualquier persona puede cumplir el sueño de volar, gracias a un equipamiento biplaza que permite hacerlo bajo las coloridas velas del aparejo conducido por expertos deportistas.
Así, esta zona del cerro San Javier recibe a cientos de amantes del deporte, audaces visitantes que intentarán la proeza.
También los turistas pueden presenciar esta práctica en un paisaje increíble o recorrer a pie, en bicicleta o a caballo este hermoso lugar del departamento Yerba Buena.
Cómo llegar
Esta reserva natural de aventuras se encuentra a sólo 45 minutos en auto desde el centro de la ciudad, hacia el oeste por la avenida Aconquija y luego hacia el ascenso al cerro por la serpenteante y mágica ruta provincial 338, en plena Yunga tucumana.
El ingreso es gratuito para los visitantes, contando en el Cerro Loma Bola con distintos servicios como sanitarios, confitería, estacionamiento y wifi.
Además, el sólo hecho de sentarse en una verde alfombra natural a contemplar el desafío del vuelo y el paisaje de la ciudad es, de por sí, una experiencia increíble.
Reconocimiento mundial
La fama de este cerro no sólo está determinada por el paisaje que permite contemplar desde sus alturas, sino también porque es uno de los lugares más reconocidos en el mundo para la práctica del vuelo libre.
Las bondades de su ubicación tan cercana a una gran ciudad, su accesibilidad y las condiciones climáticas y topográficas, convierten a Loma Bola en el sitio de parapentismo más destacado de Latinoamérica y uno de los mejores del mundo.
El último Campeonato Mundial de Parapentes, con más de 150 pilotos de todo el planeta, se realizó precisamente allí.
Para aventureros y profesionales
Este deporte tiene una instancia competitiva y otra recreativa que no requiere un conocimiento previo ni una pericia especial -aunque ambas generan la misma cuota de adrenalina-.
Durante todo el año, miles de personas de todas las edades, audaces o temerosos; profesionales o aficionados; aventureros o turistas convencionales, eligen saltar desde Loma Bola.
Cumplir ese rito iniciático de encontrarse con su cuerpo a la deriva de la naturaleza, pero bajo todos los dispositivos de seguridad, dotan a esta práctica en una experiencia totalmente segura, bajo la guía atenta de profesionales experimentados y capacitados para brindar un servicio de calidad.
Vuelo de bautismo
Cualquier persona de cualquier edad, desde niños hasta adultos mayores. Sólo debe tener ganas de volar, aseguran los especialistas que ofrecen este servicio.
Incluso pueden hacerlo aquellas personas que poseen alguna discapacidad motora, apoyados en la pericia de los instructores y en la accesibilidad que brindan los modernos equipamientos de vuelo.
La gran cantidad de alas de colores que surcan el cielo es un espectáculo digno de ver. En el Loma Bola se puede admirar también el paisaje de la capital tucumana desde un mirador natural.
Además, hacer trekking por los selváticos senderos que discurren por todo el cordón montañoso, o disfrutar de una comida o una bebida al aire libre en el parador del lugar.
Servicios
La mayoría de las empresas brindan su servicio todos los días del año, mientras el clima lo permita, entre las 10 y las 18 horas. Además, muchas de ellas ofrecen servicio de transfer desde el centro de la ciudad hasta Loma Bola.
Prestadores habilitados en el link.