24 estatuas de veneración del siglo I pueden revelar detalles de los etruscos, antes del paso a la sociedad romana. El descubrimiento fue en Italia y trasciende la historia del Mediterráneo antiguo.

Por Amira López Giménez


Dicen que el hallazgo en las termas antiguas de San Casciano dei Bagni son un tesoro. Se trata de uno de los descubrimientos más importantes de la historia antigua e Italia lo aclama. La ciudad de aguas cálidas se ubica en la cima de una colina en Siena, a unos 160 kilómetros de Roma.

El descubrimiento comprende 24 estatuas de bronce en perfectas condiciones de conservación. El material es el primer elemento extraño, ya que no fueron realizadas en terracota que era el componente más recurrente de la época. El bronce no solo erigía las estatuillas sino también condecoraba a esta especie de santuario.

Estatuillas encontradas en Italia revelan datos de la historia del Mediterráneo antiguo. Gentileza REUTERS.

También hallaron ofrendas y cinco mil monedas de oro, bronce y plata. Personas expertas de todo el planeta se acercan a la termas para verlas de cerca, y también para entender porqué el hallazgo trasciende la historia del Mediterráneo antiguo. Es más, se posiciona antes que los Bronces de Riace, la pareja griega de guerreros gigantes sacados del mar en 1972.

Las estatuas son una representación antigua a las deidades veneradas. Se les realizaba ofrendas en este lugar aparentemente sagrado por el poder curativo de las aguas termales.

Sellado con piedra y barro

Los trabajos de excavación comenzaron en el 2019. Pasó el tiempo y el barro devolvió este tesoro antropológico.

Entre las representaciones, se encuentra las efigies de Hygieia y Apolo. También hay figuras que representan a personajes reconocidos por la sociedad italiana, como Arringatore y Aulo Metelo, oradores y senadores de la entonces importante ciudad multicultural.

La mayoría corresponden al Siglo II aC y Siglo I dC, según arqueólogos. Gentileza REUTERS.

Según lo que estiman los expertos, es que las figuras fueron hechas por artesanos locales y datan del siglo II aC o el siglo I dC (antes de cristo y después de cristo según calendario romano). Fue un periodo relevante porque representó una transición de la comunidad etrusca al dominio romano.

Las aguas termales, calientes y fangosas, han resguardado incluso leyendas grabadas en las estatuas en etrusco y latín. Al parecer, fueron realizadas antes de crear las figuras y pueden observarse nombres de familias importantes como los Velimna de Perugia y los Marcni.

Hoy las 24 estatuas se convierten en el mayor depósito de la época etrusca y romana jamás descubierta en Italia. El santuario resguarda estanques, terrazas, fuentes y algunos altares que permanecieron plagados de vida, al menos hasta el siglo V dC.

Luego, la época cristiana cerró el lugar y allí quedaron los estanques junto a sus historias, sellados con columnas de piedra. Para los y las investigadores/as esta prohibición de la Iglesia católica creó un efecto de “burbuja de paz”.

El tiro habrá salido por la culata, sellar el lugar “para siempre” terminó por resguardar los vestigios de la historia, a pesar de los conflictos externos que pudieron haber afectado el espacio. Y no es para menos, el santuario fue caracterizado como un espacio de intercambio cultural, multilingüe, pero rodeado de una ósmosis social que llevó al fin de la sociedad etrusca.

Todas las fotografías de REUTERS. Textos de Amira López Giménez.