El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid y la National Gallery de Londres expone las obras del pintor Lucian Freud. Pintura de tapa: El cuarto del pintor.

Al cumplirse el centenario del nacimiento del pintor británico Lucian Freud (1922-2011), el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, España, y la National Gallery de Londres presentan una retrospectiva dedicada a su figura y su obra.

La exposición se inauguró en octubre de 2022 en la National Gallery y en febrero de 2023 se hará en Madrid, con un centenar de obras que muestran las siete décadas de producción de uno de los artistas europeos más significativos del siglo XX.

La pintura de Freud, incisiva, subversiva y en ocasiones indecorosa, estuvo siempre dedicada a la representación del cuerpo humano y a retratar al hombre contemporáneo.

Asiduo visitante a los museos históricos, en su obra se puede rastrear toda una serie de alusiones a los grandes maestros, desde el arte egipcio hasta Ingres, Courbet, Rodin o Cézanne, pasando por Grünewald, Hals, Velázquez, Rembrandt, Daumier, Watteau o Géricault, aunque esa vinculación con el pasado convive con una fuerte voluntad de independencia.

Lo que verdaderamente le interesa a Freud es descubrir la pintura sobre la pintura, su personal reflexión meta-artística y la “intensificación de la realidad” que siempre quiso alcanzar.

La muestra

Reflejo con dos niños (Autorretrato).

La muestra se divide en varias secciones que, de forma más o menos cronológica, repasa la evolución y la temática del pintor: llegar a ser Freud, dedicada a sus primeras obras, con una decidida voluntad figurativa frente a las corrientes abstractas dominantes.

Los primeros retratos, en los que se manifiesta, está su deseo de capturar la esencia de sus modelos; la intimidad que muestra su predilección por retratar a personajes de su entorno, el poder, retratos de personajes que acepta realizar siempre que acaten sus condiciones de trabajo.

El estudio, fue su espacio de trabajo convertido en protagonista de su obra, y la carne, retratos de desnudos que evidencian una profunda observación del cuerpo humano y de la mortalidad de la carne.

Llegar a ser Freud

Muchacha con rosas.

Desde sus primeras obras, de mediados del siglo XX, de una minuciosidad primitivista y un cierto aire neorromántico y surreal, Freud toma partido por el arte figurativo y adopta una postura de resistencia en medio de las corrientes abstractas dominantes.

El artista muestra ya su personalidad y su forma de pintar, con un trabajo lento y una pincelada meticulosa para las que utiliza pinceles muy finos.

Los hieráticos personajes, pintados a base de capas muy trabajadas sobre fondos planos, con atributos en sus manos, revelan una atención a los pintores del Renacimiento del Norte.

La frontalidad y la frialdad que transmiten las figuras, como en Muchacha con rosas (1947- 1948), un retrato de Kitty Garman, su primera mujer, es la seña de identidad de estas obras tempranas.

Retrato de Lebel.

Primeros retratos

Los retratos de Caroline Blackwood, su segunda mujer, como Muchacha en la cama (1953) y Muchacha con vestido verde (1954), o la inquietante escena de Habitación de hotel, expuesto en el pabellón británico de la 27ª Bienal de Venecia, en 1954, marcan el final de su primera etapa.

A partir de entonces pinta de pie, moviéndose alrededor de sus modelos, con una proximidad física que le permitía apreciar los más mínimos detalles.

Utiliza pinceles más gruesos y, por influencia de Francis Bacon, su pincelada se vuelve suelta y empastada, pero su forma de trabajar sigue siendo precisa, lenta y pausada, para captar la esencia de sus modelos.

Gran interior, Notting Hill.

Igualmente, son numerosos los autorretratos, en los que recurre con frecuencia al espejo como recurso pictórico, como en Reflejo con dos niños (Autorretrato), de 1965, un sorprendente contrapicado con el espejo colocado en el suelo.

Algunos retratos deliberadamente inacabados permiten ver su ejecución a base de acumulación, empezando por el centro del cuadro, y nos acercan al proceso creativo de su pintura.

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Intimidad

“Utilizo a las personas para inventar mis cuadros con ellas, y trabajo con más libertad cuando están ahí”, decía.

Freud pintaba siempre del natural y prefería retratar a su entorno más próximo, amantes, amigos y familiares, para poder actuar con mayor libertad.

Su habilidad para evocar en sus pinturas una intimidad no erótica, como el cariño, la amistad o el afecto paterno, ha sido escasamente investigada.

Esa intimidad queda reflejada sobre todo en sus retratos dobles, como el de su amigo el pintor Michael Andrews y su mujer June (1965-1966), el de sus hijas Bella y Esther (1987-1988) o el de Dos hombres, de la pareja de artistas Angus Cook y Cerith Wyn Evans.

Bella y Ester.

Cuándo ver la muestra: del 14 de febrero al 18 de junio de 2023.

Organizadores: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y The National Gallery, Londres

Sede y fechas: Londres, The National Gallery, hasta el 22 de enero de 2023.

Y en Madrid, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 14 de febrero al 18 de junio de 2023.

Información para el visitante: Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de exposiciones temporales, planta baja.

Horario: De martes a domingo, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21 horas. Lunes cerrado.

(Fuente: www.museothyssen.org)