El ejército estadounidense reclutó a seis mujeres conocidas como las “chicas ENIAC” para programar la primera computadora electrónica. Fueron reconocidas después de 70 años de la gran hazaña.

El 14 de febrero de 1946, se hizo ante la prensa, la primera demostración pública de una de las primeras computadoras digitales electrónicas: Computador e Integrador Numérico Electrónico (ENIAC), en la Escuela de Ingeniería Moore de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos.

Entonces, el ingeniero senior del equipo ENIAC, Arthur Burks, se encargó de mostrar las capacidades de la máquina.  

Ese momento fue de gran asombro y un adelanto tecnológico sin precedentes, pero lo que no se sabía que detrás de ese “aparato inteligente” se escondía un arduo e innovador trabajo de seis mujeres que programaron a la máquina.

Se trata de Jean Jennings Bartik, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum, Betty Snyder Holberton, Frances Bilas Spence y Kay Mauchly Antonelli, conocidas como las “chicas ENIAC”.

Ellas lograron que la computadora funcionara sin ningun tipo de lenguaje de programación, la cablearon manualmente y la programaron.

El objetivo era resolver ecuaciones de cálculo diferencial que se usaban para apuntar misiles balísticos.

Las “chicas ENIAC” en acción. Foto: Gentileza.

Años de invisibilidad

Pasaron muchos años para conocer la historia de Jean Jennings Bartik, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum, Betty Snyder Holberton, Frances Bilas Spence y Kay Mauchly Antonelli. Talentosas matemáticas que asumieron un reto intelectual en un campo aún no descubierto.

En muchas de las fotografías que se conservan de la ENIAC aparecen estas mujeres, pero se creía que ellas solo estaban allí para hacer la imagen “más bonita”.

Las mujeres programaron a la ENIAC, la primera computadora electrónica. Foto: Gentileza.

La tarea monumental de las seis mujeres consistió no solo en “inventar” los programas, sino, cuando ya los tenían resueltos, entrar en la sala donde estaba ENIAC y proceder a la programación propiamente dicha.

Es decir, a conectar y desconectar los cables que llegaban a las 6000 clavijas, de la misma manera que se hacía en las centrales telefónicas de entonces. Programar no sólo era un desafío que ponía a prueba la mente, también era una labor manual tediosa y repetitiva.

Reconocimiento

El hardware o cuerpo de ENIAC fue construido por los ingenieros John Presper Eckert y John William Mauchly.

“La nueva maravilla de la velocidad, según sus inventores, calcula un problema matemático 1.000 veces más rápido que nunca”. Foto: Gentileza.

Los nombres de estos dos hombres se inmortalizaron en la historia por haber sido considerados los responsables de uno de los grandes avances del mundo.

Pero el hardware jamás hubiese funcionado sin el trabajo arduo de aquellas mujeres anónimas.

Las mujeres de la ENIAC finalizaron su trabajo en 1946 y tuvieron que pasar 70 años para ser reconocidas como lo que fueron: programadoras brillantes.

En 1997 obtuvieron un reconocimiento oficial al ser incluidas en el Salón de la Fama de Women in Technology International. Además, en 2014 se hizo el documental “The computers” basado en la historia de ellas.

Las mujeres debían conectar y desconectar los cables que llegaban a las 6000 clavijas.

(Fuentes: https://www.educ.ar y https://www.mujeringeniera.com)