Son muchas las acciones que se llevan a cabo para la conservación de las aves en la naturaleza. Un paseo por la región de Ansenuza, y el reciente Parque Nacional y la Reserva Nacional Ansenuza.

Foto de tapa: Pablo Rodas.

Uno de los parques nacionales de Argentina, creado en junio de 2022, conserva una gran cantidad de aves que atraen a miles de personas todos los años.

Se trata del Parque Nacional y la Reserva Nacional Ansenuza, en la región de Ansenuza, provincia de Córdoba.

Y la Ong Aves Argentinas tiene un compromiso con esa región, desde antes de la declaración como Parque Nacional, y ahora continúa trabajando en tareas de investigación, conservación, así como de desarrollo productivo, con el turismo de naturaleza.

El Parque Nacional es un ambiente único, tan bello como frágil, que tiene por protagonista a un gran lago salado interior, el quinto más grande del mundo y el mayor de Sudamérica.

 Junto con la Reserva Provincial de Usos Múltiples que incluye también los Bañados del Río Dulce, constituyen un gran humedal que alberga hasta medio millón de aves playeras migratorias, entre muchas otras especies.

Diversidad. Foto: Pablo Rodas.

Tres lagos

Estas características tan particulares vinculan a la Laguna de Mar Chiquita con otros dos

grandes lagos salados de los Estados Unidos: el Lago Mono en California, y el Gran Lago Salado

en Utah.

Además, la creación del Parque Nacional Ansenuza coincidió con el 30 aniversario de la firma del hermanamiento entre estos tres lagos, que sucedió en 1992. Y un mural conmemora esa alianza.

Los tres lagos hermanos comparten especies migratorias que cada año recorren larguísimas rutas, uniéndolos.

Mural de los tres lagos hermanados. Foto: Fundación Líderes de Ansenuza.

Pero también comparten desafíos de conservación ambiental, de manejo como áreas protegidas y de planificación de su uso público, incluida la frecuentación turística que se deriva del gran potencial y atractivo que tienen estos sitios para viajeros de todo el mundo.

La naturaleza no conoce fronteras y por eso es vital el trabajo colaborativo entre países, las comunidades locales implicadas, las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil.

Turismo respetuoso

Las actividades productivas como un turismo de naturaleza consciente, respetuoso, responsable y bien planificado pueden convertirse en aliadas de la conservación. Para ello son vitales la ciencia y la investigación aplicadas.

¿Cómo? Llevando adelante censos y muestreos de especies, análisis de disturbios, estudios sobre las mejores prácticas en el uso de las costas y de los cuerpos de agua.

Flamencos y playeras. Foto: Pablo Rodas.

La ganancia es enorme en términos de aprendizajes colectivos y experiencias. En conjunto con prestadores turísticos, autoridades y otras organizaciones que trabajan en la zona, pueden delinearse las mejores prácticas basadas en evidencia.

Por ejemplo, determinando una distancia óptima a la que pueden aproximarse las lanchas de excursión a las bandadas sin molestarlas ni interferir con ellas; o indicaciones sobre cómo preservar las costas, sitios vitales para tantas especies, del tránsito intensivo o el pisoteo involuntario de huevos y nidos.

Falaropos. Foto: Yanina Druetta.

La tarea suma el trabajo colaborativo con la Administración de Parques Nacionales, la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba, la Agencia Córdoba Turismo y otras ONG en lo que refiere a la instalación de carteles y señalética para que los visitantes cuenten con información que enriquezca su experiencia y les permita ser turistas cada vez más responsables.

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Algunos consejos de Aves Argentinas para un turismo responsable en la naturaleza:

-Informate antes de tu visita. Investigá y planificá tu viaje con anticipación y disfrutá de todo lo que Ansenuza tiene para ofrecer: desde la laguna con sus bajos y otros atractivos naturales, hasta la oferta variada de actividades que se vinculan con la tradición rural productiva y la cultura regional.

-Recorré. La región es diversa y muchas localidades te esperan, cada una con una idiosincrasia particular: Miramar de Ansenuza, Morteros, La Paquita, Altos de Chipión, Brinkmann, Balnearia, La Para y La Rinconada. La región de Ansenuza es un destino en desarrollo y cada temporada la oferta para el viajero crece en cantidad y calidad.

Arroyo El Garabato. Foto: Pablo Rodas.

– Consultá el calendario de eventos naturales para saber qué es posible disfrutar según el momento en que decidas hacer tu visita ¡Ansenuza es un destino con espectáculos naturales para disfrutar todo el año!

– Evitá llevar mascotas a las playas y sitios naturales. Los animales domésticos pueden espantar a las especies nativas, muy particularmente a las aves y fauna protegida que hace de este ambiente único su hábitat.

– No dejes huella: llevá con vos todos los residuos que generes hasta que encuentres sitios específicos para su disposición final.

– La naturaleza tiene sonidos propios y muy ricos. Aprovechá para conectarte con ellos y también con el silencio. La fauna local te lo agradecerá.

Paisaje de Mar Chiquita. Foto: Yanina Druetta.

– Comprá y contratá local: con tu compra de artesanías y productos genuinos de la región, la contratación de guías y todo tipo de servicios turísticos locales estás colaborando con la economía de muchas familias. Además, podrás disfrutar de experiencias más auténticas.

– Evitá el uso de vehículos en las playas y sitios agrestes, donde no haya caminos trazados. Estos sitios son hábitat y lugares de nidificación de muchas especies. Los vehículos a motor, incluidas las motos pequeñas, pueden destruir mucho más de lo que se puede ver. Siempre respetá las indicaciones de la cartelería que encuentres.

– No hagas fuego. No dejes colillas de cigarrillos. Estamos atravesando una dura sequía y esto vuelve aún más frágil al ambiente.

Paseos en lancha. Macarena Delsoglio.

(Fuente: www.avesargentinas.org.ar )