Equivalente a un premio Nobel, Andrea Rotnitzky recibirá el Premio Rousseew de Bruselas por su aporte a la Estadística.

Por Amira López Giménez


A sus 62 años, la experta en Estadística fue premiada en conjunto con sus colegas con uno de las mayores galardones de la ciencia. Se trata del Premio Rousseew, un equivalente al Nobel, de la Fundación Rey Balduino de Bélgica, Bruselas, que reconoce la excelencia en investigación.

Andrea Rotnitzky, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) realizó aportes a lo que se conoce como inferencia causal. Esta rama supo ser como el patito feo de la estadística, pero hoy se encuentra en tendencia y es validada por estudiosos e investigadores.

El estudio de Rotnitzky comenzó hace más de treinta años en la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde se embarcó en una licenciatura en Matemáticas. Hoy la investigadora reparte las estaciones del año entre dos academias de sumo prestigio internacional. A saber, el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y la Universidad Torcuatto Di Tella (UTDT – Argentina).

“Es un premio a la contribución metodológica, a la producción de nuevas estrategias para analizar datos y poder inferir. A partir de los datos disponibles de registros electrónicos médicos y estudios de seguimiento de las personas, puede determinarse cuáles son las mejores estrategias de tratamiento para enfermedades crónicas. El trabajo en sí es matemático”, sentenció la investigadora en un comunicado de prensa del CONICET.

De ser tabú a ser centro de la escena

Una vez recibido el reconocimiento, Rotnitzky compartió que fue CONICET la institución “madre” que le abrió las puertas al mundo de la estadística. Luego tuvo su paso por Estados Unidos donde una beca doctoral le ayudó a forjar una base de estudios, en la Universidad de Berkeley, California.

Rotnitzky recibirá el premio Rousseew en octubre, 2022.

La humildad de Rotnitzky es enorme. La experta considera que el premio Rousseew no es algo personal, sino más bien, un reconocimiento que se extiende al grupo de trabajo y a su líder, el Dr. James Robins. “Ha sido el pionero y creador de toda una rama de la inferencia causal”, detalló. Y agregó, “sin duda es una gran satisfacción que el premio reconozca a la inferencia causal. No hace muchas décadas atrás esta disciplina era prácticamente prohibida dentro de la estadística”.

“Hay que ser un poco rebelde y desafiar a la autoridad científica”, deslizó ante Infobae entre la lluvia de entrevistas que le sucedieron tras conocerse el premio. El método desarrollado permite discernir entre correlación y causalidad con base a un conjunto de datos que posibilitan establecer estrategias. La técnica no solo es aplicable en salud, sino que es permeable a otras disciplinas como la economía, la política y la psicología.

Aunque la inferencia causal era una especie de paria de la estadística, con el correr de los años logró mayor aceptación y hoy se aplica en distintos campos.

En octubre

Según comunicó la Fundación Rey Balduino, Rotnitzky y otros cuatro científicos especialistas en el campo de la estadística fueron reconocidos “por ser pioneros en investigación sobre inferencia causal con aplicaciones en medicina y salud pública. La inferencia causal es el proceso de determinar causas y efectos”. La ceremonia oficial de premiación será el 12 de octubre en Bélgica.

“Sean valientes, creativos y apuesten a lo que crean que verdaderamente es cierto y válido. Crean en sus instintos, desafíen a la autoridad científica”, Rotnitzky.

Imagen de portada y cuerpo gentileza del CONICET.