Luego de cerrar el espacio físico, el museo fotográfico latinoamericano FoLA mutó a museo itinerante. Se trata del primero en su clase y recorre Argentina para acercar fotografías que marcaron la historia de la cámara, pero también la de nuestros tiempos.

Por Amira López Giménez


Grupos de niños, niñas y adolescentes se agolpan en la puerta de ingreso al tráiler de FoLA. Muchos se asombran al ver cómo el reflector circular proyecta la imagen exterior con sus calles invertidas y sus caminantes bajo los paraguas.

Afuera el día es gris y el interior de este museo sobre ruedas se vuelve completamente oscuro. Solo puede escucharse a los jóvenes reírse y asombrarse por la imagen al revés que les devuelve el día.

Ahora lo saben, así funciona el ojo humano y también las cámaras fotográficas de cientos de artistas que aportaron a este proyecto. “Es un atractivo interesante para los chicos y chicas que visitan este museo. La mayoría lo hacen por primera vez, y tienen una experiencia sobre cómo funciona tanto la cámara fotográfica como la vista humana”, dice Marcos Bufano, quien hace las veces de guía y conductor.

Por Aldina Lestido. Gentileza de FoLA.

Se trata de un proyecto gestado por FoLA, un museo itinerante que contiene imágenes de todos los tiempos. Es la primera vez que el país experimenta esta idea, también es nuevo para cualquier habitante que ahora puede contemplar estas imágenes que han recorrido el mundo.

Sobre rutas y plazas

De alguna manera es una inspiración sobre la idea del consagrado artista plástico Alberto Greco, que en su momento había realizado lo que él denominó “una exposición rodante”.

Así es FoLA. La muestra se resume en un ABC de la fotografía argentina, un abanico que incluye paisajes, retratos, momentos históricos del país, pero también imágenes que hicieron historia en el mundo. Todas las resguarda este tráiler que entra a las plazas de las ciudades, toma espacios concurridos y allí abre sus puertas.

Los paraguayos por Chaskielberg. Gentileza de FoLA.

Ya pasaron por Mendoza, recorrieron la costa. En febrero inició una gira de cuatro meses por Buenos Aires. Pasaron por ciudades clásicas como Arrecife, San Antonio de Areco, Mercedes, entre otras tantas. Luego se lanzaron al interior.

“Queda por recorrer provincias como Santiago del Estero, Salta, Jujuy, San Juan, La Pampa, y ciudades como Bahía Blanca, y tal vez La Plata”, enumera Bufano como en un mapa mental junto a Ana Parepa, su copiloto y compañera profesional en la gira nacional.

Por Daniel Muchiut. Gentileza de FoLA.

Fotografías sobre ruedas

Recién llegados de Rafaela, hicieron un stop en la pequeña ciudad de Unquillo, Córdoba. “Es una experiencia hermosa y el intercambio con la gente es hermoso”, afirma Ana mientras transcurre el día gris y chicos y chicas esperan su turno para ingresar.

“Cada fotógrafo y fotógrafa donó una imagen para que el museo pueda ser gratuito y abierto a las personas”, indican Parepa y Bufano, mientras detallan que recibieron la ayuda de algunas empresas y del museo “Arte por Arte” que se juntó con FoLA para llevar adelante el proyecto.

Valle de la Luna por Diego Ortiz.

La muestra reúne 46 fotografías de 46 artistas, con nombres como Horacio Coppola, Nicola Costantino, Alicia D´Amico, Facundo de Zuviría, Sara Facio, Alberto Goldenstein, Annemarie Heinrich, Alejandro Kuropatwa, Adriana Lestido, Marcos López, Diego Ortiz Mugica, Liliana Porter, Alfredo Srur, Grete Stern, SUB Cooperativa y muchos otros.

Los aportes de autores fallecidos fueron realizados por las familias que destinaron las imágenes para que el museo itinerante tome vida. Todo se completa en un recorrido perfecto con piezas de Rodrigo Abd, Marcos Adandia, Alejandro Chaskielberg, Fraire Cristina, Eduardo Gil, Eduardo Grossman, Ignacio Iasparra, Esteban Pastorino, Ataulfo Perez Aznar, Liliana Porter, RES, Humberto Rivas, Graciela Sacco, Lena Szankay, Juan Travnik, Martin Weber, Marcos Zimmermann y Helen Zout.

Esqueletos de Eduardo Gil.

Las mejores cámaras en cuatro paredes

En uno de los laterales del tráiler se encuentra una pantalla en continuo movimiento que expone las fotografías de realizadores locales de cada región que visitan. En Unquillo, ciudad reconocida como “Pueblo de Artistas”, se proyectan los trabajos de Luis González Palma o de Gretel Martínez que habitan las sierras cordobesas, entre otros tantos creadores.

Guille Srodeck Hart. Sol de mayo.

“Al estar en Córdoba convocamos artistas de Córdoba, luego pasaremos por Santiago del Estero y haremos lo mismo. Es una convocatoria previa que se hace a cada lugar que llegamos”, sostiene Bufano.

Al interior del tráiler, el recorrido adquiere un sentido cronológico que empieza por fotografías que marcaron la historia de las cámaras, como las de Grete Stern, Heinrich, Humberto Rivas y Coppola Horacio. Después las paredes – dice Marcos señalando uno de los laterales del tráiler- se trata de artistas consagrados, como Juan Travnik, Jorge Aguirre, Pastorino Esteban.

Argentina 2001 por SUB Cooperativa.

Otro de los laterales resguarda a los artistas emergentes y contemporáneos de la fotografía como Chaskielberg Alejandro, Constantino Nicola y Alfredo Srur, entre otros.

“La idea del director era tratar de llevar el primer museo de fotografía en la Argentina, llevar las obras que quizás en otras ciudades no la conocen y puedan venir y apreciar estos trabajos”.

“Es una experiencia espectacular. Todos los lugares a los que fuimos tuvimos mucha convocatoria, las personas quedan fascinadas tanto con las muestras como con la cámara oscura. Se van muy contentos. Para nosotros también es productivo porque vamos conociendo a los fotógrafos locales”, reconocen Bufano y Parepa.

Historia

Allá por el año 2021, la Fototeca Latinoamericana FoLA, el primer museo abocado con exclusividad a la fotografía, cerraba sus puertas para transformarse en un Museo Itinerante y recorrer con su valiosa carga todo el país. Hablamos de 7.200 kilómetros para estas fotografías que encuentran un cálido recibimiento en cada ciudad a la que llegan con su tráiler a cuestas.

Bidonville París por Alfredo Srur.

Pero, cerrar las puertas de FoLA no fue sencillo. Entre lágrimas, Gastón Deleau, anunciaba su punto final al espacio que se encontraba sobre la calle Godoy Cruz, en Palermo, Buenos Aires. “Hice todo lo posible para no cerrar”, decía conmovido Deleau, pero el dinero para sostener el espacio no alcanzaba.

La pandemia y sus reveses dejaron sin aliento al grupo de fotógrafos y fotográfas. Pero de todo pozo se sale pateleando, lejos de ser un final, el museo se transformó, mutó, evolucionó. Hoy, las rutas argentinas y las 25 ciudades seleccionadas se han convertido en el nuevo hogar de FoLA.

En este link se puede conocer los recorridos a futuro y algunas de las fotografías que se exponen.