Milton Vázquez: “Alguien me dijo alguna vez… hacé lo que quieras…”
“Tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac …” ; “Sueños enjaulados ¿Cuándo podrán salir?”. Milton Vázquez acompaña sus obras y series con haikus, pequeños y breves poemas japoneses de autoría propia que evidencian a un artista curioso, multifacético, que rehúye de las etiquetas.
Por Amira López Giménez
Milton Vázquez nació en Cintra, un pequeño pueblo de Córdoba fundado a la vera del ferrocarril, como tantos otros, en pleno corazón de La Pampa Gringa. La inquietud y la curiosidad también nació con él. Cuando tenía tan solo cinco años comenzó a dibujar por sugerencia y entusiasmo de sus maestras. Ahí comenzó a enamorarse del arte. Un amor que prevalece hasta hoy.
Supo formarse como dibujante en la Universidad Nacional de Córdoba, un dibujante decorativo y publicitario. Luego su inquietud lo llevó a indagar en la docencia, la psicología, las ciencias de la pedagogía, la serigrafía y la gestión cultural.
Un dato. Entre los años 2009 y 2012 asumió el cargo de Director de Cultura en Villa María, un puesto relevante que mostró su afinidad e interés por el arte en la ciudad que habita hasta el día de hoy.
Antes y después de esto, Milton Vázquez es un artista que sabe exponer sus obras, pero también hace las veces de juez y asesora en ferias y exposiciones. Tiene su propia impronta que decanta en un cóctel de técnicas y estilos que adapta según sus intenciones.
Uno de sus trabajos, “Ciclos” se encuentra expuesto en un bar de Unquillo, otra ciudad de Córdoba bastante lejana a Villa María. Es en Uqbar, un espacio dedicado al arte y el ocio, donde sus obras ornamentan las cuatro paredes que conforman el salón principal.
Una paleta de opciones
“En mi generación se nos decía que debíamos encontrar nuestro estilo, nuestra temática y de ahí desarrollarnos como artistas”, dice Milton quien no suele encasillarse, pero cree en la evolución constante.
“A la hora de enfrentarme a una obra, lo más importante es la idea y lo trato de conseguir con pasión. También tengo mucho cuidado en la composición y otros aspectos técnicos como la elección de los materiales y el lenguaje a utilizar”, sostiene.
En su espacio virtual, Milton revela su predilección por la realidad y sus propios recuerdos, su historia como fuente de interpretación y expresión. Luego, una paleta de técnicas expresivas le brindan un hilo conductor.
A veces, su elección pasa por la pintura, otras por la escultura y a veces, el mundo digital le ofrece lo que busca.
“En realidad, tiene que ver con esta característica mía de ser demasiado curioso, todo me intriga, me llama la atención. Y esa curiosidad me lleva a experimentar un poco con cada cosa”.
En entrevista con Con Texto reconoce: “En un momento, sentía culpa por no tener un estilo personal. Aprendí a no sentir eso, mi estilo es indagar, buscar, hacer laboratorio en el taller. Por ahí se me ocurre una temática y caigo en la cuenta de que el material que venía usando ya no me sirve y necesito otro”.
Sobre Ciclos y otras series
Sobre la serie Ciclos, Milton la describe como el producto de la falta de tiempo, cuando el reloj corre. Por entonces, el arte digital le permitió un quehacer con pausas. “Era tan simple como un click, guardar, y luego retomar la obra”.
Ciclos estuvo marcada por un proceso personal de Milton, los tiempos en los que data la obra también fueron aquellos donde atravesó un cáncer agresivo.
“Me hizo reflexionar mucho, pensarme, pensar mi vida – dice y agrega – traté de expresar en imágenes momentos de mi vida y los fui plasmando”.
Por lo general, sus trabajos están acompañados por haikus, poemas muy cortos y breves de autoría propia que desarrollan en profundidad la expresión. “También fue una época en la que me había peleado con el color y empecé a trabajar con el blanco y negro”, agrega.
Al 2022 el cáncer quedó en capítulos anteriores. Ahora dedica sus días a explorar otras formas, sigue buscando e indagando.
“Hace poco emplacé un parque de esculturas que me pidieron de una localidad cercana a Villa María. Es un diseño que acompaña la entrada al pueblo, tiene que ver con su historia y demás. Es una localidad pequeña y fue un desafío emplazar obras abstractas”.
“Creo firmemente en el valor didáctico del arte y en la evolución constante”.
De manera más reciente, uno de los últimos trabajos está abocado a lo que se conoce como Memoria, Verdad y Justicia. En Argentina, esas tres palabras tienen un peso y significado histórico en toda la sociedad.
Ya pasaron más de cuarenta años de la última dictadura militar en el país y aún las nuevas generaciones acompañan el sentido de esas palabras. En esta ocasión, Milton realiza la obra en fibra de vidrio y resina poliéster y juega con la serie La levedad y el peso, disponible en su blog. Su nuevo trabajo aun en producción ya tiene título: “¿Porqué nos pesa la Memoria, la Verdad y la Justicia?”.