Recorrer una ciudad diversa a pie, quitarse los auriculares, escuchar el entorno, mirar, tomar unas fotos, es una rutina para el fotógrafo Chini Bolsón. Aprovecha sus días para hacer retratos impactantes que parecen de otra ciudad.

Textos de Amira López Giménez / Fotografías de Chini Bolsón


Dice que arrancó con una cámara analógica con forma de “sprite“. Oculto y lejos de las miradas de los adultos, su juego a los ocho años de edad consistía en sacar fotografías como si fuera un espía. Chini Bolsón experimentó con lentes y cámaras desde niño. Hoy su mirada atrapa, desde otra perspectiva, cómo transcurre la vida en la capital argentina.

“Al salir a la calle comencé con un proyecto en el cual hablaba con la gente, le hacía una pregunta y le sacaba una foto. Así, hice muchos retratos con las historias de las personas fotografiadas y me llevó a hacer una viaje por Argentina donde retraté más de 800 historias”, confiesa Chini Bolsón para Con Texto.

Ahora, desde hace unos ocho años, este fotógrafo se dedica a retratar personajes de una ciudad mixturada, donde lo cotidiano se encuentra con la rareza propia de lo urbano. Lo raro, lo simple, lo excéntrico, lo que está fuera de lugar, esos seres que habitan y se encuentran en el pavimento de “la ciudad que nunca duerme”, Chini Bolsón busca atraparlo en su cámara coronada con un lente angular. 

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene de todo un poco, pero el lente de Chini Bolsón hace que muchos la confundan con otros grandes centros urbanos.

A pesar de caminar a diario las calles de la ciudad, aún se define como un fotógrafo amateur, por el simple hecho de considerarse un enamorado constante de su rutina. Recorrer la capital argentina agudizó su sentido de observación para descubrir personas que llaman su atención. Al principio era un paseo con auriculares, hoy considera que es mejor escuchar el entorno para estar preparado.

Sus fotografías retratan personas que frecuentan lugares comunes, bares, plazas, esquinas, almacenes. O la calle Florida, el lugar predilecto de Bolsón. “Es cuestión de observar la ciudad desde esta perspectiva, sabiendo que todos somos personajes y algunos caminamos más ciertas zonas que otras”, dice.

Hoy ya no se esconde para tomar las imágenes. Un lente angular lo obliga a estar cerca de quienes retrata. Hace evidente su fotografía, la persona lo sabe, pero la mayoría de las veces no dice nada, solo se entrega al lente.

“Es sin pedir permiso, sino sacando la foto y con el encuadre que realizo intento trasmitir o insinuar una historia”, sostiene Chini Bolsón.

¿Puedo sacarte una foto?

Sin lugar a dudas, si estás de camino en tu jornada diaria y alguien pide una fotografía tuya, resultaría de lo más extraño. Incluso para Chini Bolsón es extraño. Pero, hay fotografías espontáneas, “de lo ecléctico, del orden y el caos”, en palabras de Chini Bolsón, que buscan integrar un libro aún no publicado.

“Mi idea es llevar la virtualidad al plano de lo concreto, lo tangible. Y me apasionan los libros desde muy pequeño. Llevar lo que me apasiona (la fotografía) hacia un lugar que ya en sí es apasionante: los libros”, rememora Chini Bolsón. La posible tapa de este inminente libro ya fue compartida en su Instagram de más de ocho mil seguidores.

“Creo importante resaltar que es gracias a mi familia que hago lo que hago. Siempre me apoyaron, son y fueron inspiración”, reconoce y agradece el fotógrafo Chini Bolsón.

Conoce más sobre su trabajo en su perfil de Instagram. Todas las fotografías de este artículo pertenecen a Chini Bolsón.


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