Marco Polo introdujo la pasta en Italia después de su exploración del Lejano Oriente a finales del siglo XIII, pero, en realidad, la pasta se remonta al siglo IV A.C. En Argentina, los inmigrantes italianos trajeron su cultura y la pasta.

La pasta es uno de los alimentos más populares del mundo. Su calidad nutricional, versatilidad, bajo costo, poca cantidad de ingredientes y gran sabor llevaron a este plato a triunfar en la gastronomía.

Aunque la leyenda popular afirma que fue Marco Polo quien introdujo la pasta en Italia después de su exploración del Lejano Oriente a finales del siglo XIII, en realidad, la pasta se remonta al siglo IV A.C.

La pasta ya existía en el siglo IX A.C.  

Esto se sabe porque, en una tumba etrusca, se descubrió un grabado en el que se mostraba a un grupo de nativos haciendo lo que parecía ser pasta.  

Pero también se sabe que los chinos preparaban una comida parecida a lo que hoy conocemos como fideos, y desde el año 3.000 A. C. En China se encontró un tazón de barro que data de esa época con unos fideos a base de mijo y agua.

Los chinos preparaban una comida parecida a la pasta hace 3.000 años A.C. Foto: Nimrod Genisher

La pasta en la mitología griega

Espaguetis.

La mitología griega también sugiere que el dios Vulcano inventó un dispositivo que hacía hilos de masa: hablamos, probablemente, de los primeros espaguetis.

El Nuevo Mundo

La pasta llegó al Nuevo Mundo a través de los ingleses, quienes la descubrieron durante una gira por Italia. Los colonos ingleses llevaron a Estados Unidos la práctica inglesa de cocinar fideos al menos media hora y luego sofreírlos con salsa de crema y queso: (los famosos mac & cheese).

En la actualidad, máquinas de hacer fideos.

Thomas Jefferson y su “máquina” de hacer macarrones

A Thomas Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos de América, se le atribuye el hecho de haber traído la primera máquina de macarrones a ese país en 1789, tras su regreso a casa después de servir como embajador en Francia.

Producción industrial de la pasta

La primera fábrica de pasta industrial en Estados Unidos fue construida en Brooklyn en 1848 por un francés que extendía sus espaguetis en el techo para que se secasen al sol. La producción se expandió en el siglo XIX y aparecieron fabricantes de pasta en todo el país.

Esta superestrella de la gastronomía fue, en numerosas ocasiones, el alimento de sociedades pobres que se las ingeniaban con lo que tenían al alcance de la mano para poder subsistir. Con solo harina, agua, huevo si eran épocas de bonanza y algún vegetal se podían obtener grandes platos.

Pastas secándose. Foto: Abdul Momin.

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En Argentina

La globalización y la vinculación intercultural que se fue dando en el mundo, permitió que la esté arraigada en la gastronomía argentina, tanto la histórica influencia que proviene de la cultura italiana, y más adelante con la de la cultura oriental.

Argentina está fuertemente vinculada con la cultura italiana por el masivo proceso inmigratorio en el que se relacionó el país. Se estima que hay más de 600.000 italianos viviendo en el país, y que más de 25 millones de argentinos tiene descendencia italiana.

Argentina está fuertemente vinculada con la cultura italiana.

Junto a sus costumbres y cultura, el amor por la pasta también llegó a tierras sudamericanas. Actualmente, este plato se puede encontrar en bodegones de gran acceso al público hasta en los restaurantes más exclusivos del país.

Son infinitos los tipos de pasta y combinaciones con salsas que se consumen en Argentina, desde los infaltables sorrentinos, los ñoquis del 29, la famosa salsa boloñesa y hasta algunas más tradicionales de Italia como la puttanesca o el aglio e olio que día a día van ganando adeptos este país.

(Fuentes: Pastas Gallo y MDZ)